domingo, junio 17, 2012

Historias

Era una fría noche sin luna. La misma ciudad, la misma historia, los mismos errores. Era tarde, siempre es tarde, pero no hay excusas, no quedan. Era una historia que todos hemos vivido, la típica escena que te imaginas sin esfuerzo: personajes tópicos, argumento manido y un hilo conductor empapado de alcohol barato.
Siempre es lo mismo, errores cometidos y llorados, errores que aún arrastras y arrastrarás y errores que cometerías con una sonrisa en la boca. ¿Puedes ponerte ya en situación? ¿Quien no llora aún los errores de ayer cuando cree que nadie le ve? ¿Quién no oculta, sin mucho éxito, esas cicatrices que aún están por curar? No hay soluciones ni consejos, todos hemos pasado por esta parte del camino y solo puedes esperar que tú experiencia sirva para el que viene detrás.
La noche se va, todo se ve igual de oscuro mientras tomas otro chupito y acallas preguntas sin respuesta.